Velas Aromáticas Inspiradas en mitologías antiguas
Mythos Lux es un portal hacia lo divino.
Cada vela está cuidadosamente elaborada a mano con cera de soja y coco, esencias naturales y materiales veganos, dando vida a piezas únicas que transforman la luz en un ritual de bienestar.
Inspiradas en las antiguas divinidades de culturas como la griega y la egipcia, nuestras velas celebran la conexión entre lo divino y lo cotidiano, entre la historia y el presente.
Cada recipiente, creado artesanalmente, refleja la esencia de una deidad distinta, evocando elegancia, calma y misterio en cada detalle.
Descubre el arte de iluminar con simbolismo.
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Isis y Osiris
Cuando el mundo aún respiraba el aliento de los dioses, Osiris reinaba sobre Egipto con justicia y armonía. Su luz hacía florecer los campos, y los hombres conocían la paz. Pero Seth, su hermano, movido por los celos, lo engañó y lo encerró en un sarcófago de oro, arrojándolo al río Nilo.
Las aguas llevaron el cofre hasta las costas de Biblos, donde quedó atrapado entre las raíces de un gran cedro. El árbol creció alrededor de él, envolviendo el cuerpo del dios con su perfume y su savia. Allí fue hallado por el rey de Biblos, quien lo convirtió en pilar de su palacio, sin saber que en su interior reposaba el cuerpo sagrado del dios Osiris.
Guiada por el amor y la magia, su esposa la diosa Isis viajó hasta Biblos, disfrazada de mujer mortal. Su belleza y sabiduría cautivaron a la reina, que la acogió en su hogar. Entonces, Isis reveló su divinidad, pidió el pilar y liberó el cuerpo de su marido. Con sus conjuros, lo devolvió a la vida por un instante, y de su unión nació Horus, símbolo del renacer y la justicia divina.
Desde entonces, Isis y Osiris representan el poder del amor que vence a la muerte, el ciclo eterno de la pérdida y el retorno, la promesa de que toda forma puede volver a florecer.
Colección Egipto
Colección Egipto
Hades y Perséfone
La historia de Hades y Perséfone comienza con un rapto…
Hades, dios y rey del Inframundo, se enamora perdidamente de Perséfone, hija de Deméter, diosa de la tierra fértil y guardiana de las cosechas. Cegado por el deseo, abre una grieta en la tierra y la arrastra a su reino sombrío, donde habitan el silencio y la eternidad.
Al perderla, Deméter se sume en la desesperación. Su llanto apaga el sol, los campos se marchitan, las flores se inclinan y la vida entera parece detenerse.
Compadecidos, los otros dioses intervienen, y Perséfone es devuelta al mundo de los vivos. Cuando sus pies tocan de nuevo la tierra, la naturaleza despierta, las semillas germinan y la vida vuelve a surgir.
Pero su destino está sellado: en el Inframundo, Perséfone probó seis semillas de granada que le había ofrecido Hades, el fruto del vínculo eterno. Por ello, debrá pasar seis meses junto a su madre, trayendo la abundancia y la fertilidad, y los otros seis con su ahora esposo, y entonces será cuando la tierra duerma y el mundo se cubra de sombra.
Así nace el ciclo de las estaciones, reflejo de su amor dividido: una unión entre la oscuridad y la luz, entre la muerte y el renacer.




